En el mejor de los casos, el ciudadano de a pie asocia las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) a una metodología de selección de candidatos. Es decir, como aquellas internas de los partidos políticos, que hoy prácticamente no se ven. Y, en efecto, tal es el principal objetivo de las PASO: mediante estas se definen las listas de postulantes que competirán, un par de meses después en la elección general -en caso del año en curso, el 22 de octubre-.
Pero las primarias no solo sirven para resolver, finalmente, los candidatos que presentará un determinado partido o frente en la votación “por los puntos”. También determinan si una fuerza política continúa existiendo como tal.
Entre otros, el artículo 45 de la Ley N° 26.571 (Democratización de la Representación Política, la Transparencia y la Equidad Electoral) expresa: “sólo podrán participar en las elecciones generales las agrupaciones políticas que (...) hayan obtenido como mínimo un total de votos, considerando los de todas sus listas internas, igual o superior al 1,5% de los votos válidamente emitidos en el distrito”.
Cabe precisar que se considera válido a aquellos sufragios que se encuadran en dos categorías: el voto afirmativo -es decir, el que se da cuando el elector efectivamente introduce en el sobre la boleta oficializada de un partido o frente- y el voto en banco -cuando el sobre que se deposita en la urna está vacío-. En otras palabras, para que una agrupación pueda competir en los comicios generales debe cosechar en las PASO un número de adhesiones que equipare o supere el 1,5% de la cantidad que sumen los votos afirmativos más los votos en blanco.
Ahora bien, el artículo 16 de la norma mencionada algunos renglones arriba enumera las causas por las cuales un partido pierde su personaría política. Entre otros motivos, destaca la no presentación a dos elecciones nacionales consecutivas. Esta razón guarda directa relación con el aludido artículo 45: si una agrupación no alcanza el mínimo de un 1,5% de los votos válidamente emitidos en dos PASO en línea, perderá la personería, ya que no habrá competido en dos elecciones generales consecutivas.
Antecedente
Esta situación ya se dio en la provincia, en 2015. En aquella ocasión, el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) perdió la personería, y debió tramitar nuevamente desde cero su existencia legal. Se trata de un trámite sumamente engorroso, que en Tucumán implica la recolección de alrededor de 5.000 avales y de un número similar de afiliaciones. Si bien la ley exige una cifra menor, los apoderados que realizan estos trámites admiten que siempre se “caen” algunas firmas, debido a una serie de variadas casas.
No sorprende que una víctima de la Ley N° 26.571 haya sido una agrupación de izquierda. De hecho, los partidos que se reivindican dentro de ese marco ideológico denunciaron tempranamente esta situación. Durante 2009, cuando había comenzado a debatirse la ley los dirigentes de estas agrupaciones ya cuestionaban el “piso proscriptivo”, que condenaba, afirmaban, a las fuerzas minoritarias.
El Frente de Izquierda y de los Trabajadores - Unidad (FIT-U) se conformó, precisamente, como instrumento para sortear tal “proscripción”. Así lo comunicaron abiertamente los principales referentes del Partido Obrero (PO), del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y de Izquierda Socialista (IS) -las agrupaciones fundadoras de esa coalición-. Y de hecho lograron su objetivo: salvo en algunos distritos puntuales, y para algunas categorías, esta coalición participó en todas las elecciones generales que se dieron desde 2011, cuando debutó la ley de las PASO. Hoy en día, el MST se sumó al FIT-U.
En la cuerda floja
De las agrupaciones o alianzas que competirán en las PASO del 13 del mes que viene, una sola corre el riesgo de perder la personería. Se trata de Política Obrera, que en las primarias del 12 de septiembre de 2021 apenas había alcanzado exiguos 1,09% para la categoría Diputados -cosechó 10.768 adhesiones, sobre un total de 983.670 votos válidamente emitidos- y 1,07% para la categoría Senador -10.577 sufragios, sobre 983.173 votos válidos-. Con esos guarismos, el mínimo de votos para igualar el 1,5% era de alrededor de 14.750.
La situación se agrava ahora, porque el padrón electoral creció más o menos un 3,5%, respecto del de aquellas PASO. Y esto, muy probablemente, haga crecer el número de votos válidamente emitidos. Si así ocurre, el número clave podría rondar los 15.300, aproximadamente.
Así y todo, Política Obrera tiene el desafío por delante, y la posibilidad de mantener su personería. Esto no ocurre con las agrupaciones Frente Grande y Acuerdo Federal. Ambos partidos no alcanzaron en las PASO de dos años atrás el 1,5% de los votos válidamente emitidos, por lo que no llegaron a competir en las generales. Y este año, ni siquiera se inscribieron para las primarias del 13 del mes que viene, por lo cual directamente perderán la personería, ya que en octubre habrán de cumplir dos comicios generales sin participación.